F AVE MARÍA. El saludo del Ángel a la Santísima Virgen ~ Ministerio de Música Romanos 8.35

La luz del Santo nos cubrió y nos saco de las tinieblas.

miércoles, 23 de marzo de 2016

AVE MARÍA. El saludo del Ángel a la Santísima Virgen


En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. Y habiendo entrado el ángel donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres. 
Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué significaría esta salutación. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su reino no tendrá fin.
María dijo al ángel: ¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón?. Respondió el ángel y le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre tí y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que nacerá de tí, será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu pariente Isabel, que en su ancianidad ha concebido también un hijo, y la que era llamada estéril, hoy cuenta ya el sexto mes, porque para Dios no hay nada imposible. María dijo: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró de su presencia. 

Uno de los momentos mas sorprendentes que a la vista en el idioma castellano no se nota si no por lo que entendemos o es trasmitido es el saludo del Angel a Maria, miremos sus significados:
El Saludo del Arcángel Gabriel fue en lengua hebrea, lengua santa, que María de Nazaret conocía bien. No en vano vivió once años en el Templo de Jerusalén (desde los tres años y 3 meses hasta los 14, cuando fue desposada); allí leía la Biblia en hebreo y en hebreo rezaba. Quien narra lo de este Saludo es San Lucas, y lo escribió en griego (Lengua per-fecta, como el latín): JAIRE, KEJARITOMENE: ALÉGRATE, LLENA DE GRACIA.
En Hebreo
לשמוח, מלא חן
En Griego
Χαίρε, κεχαριτωμένη
En Latín
Gaude plena gratia
Como se ve, hay variante entre una y otra lengua; en griego: ALÉGRATE; en latín: Vive. En cambio, el Arcángel dijo, en hebreo: Shalom Laj: Bienaventuranza para Ti (Cf. Lucas I, 28). Y es que la Palabra Bíblica pierde fuerza y sentido al traducirla a otra lengua. Si se quiere captar su sentido pleno hay que leer esa Palabra en la lengua original. [1]
Estudiando el origen de la Salutación Angélica en la Sagrada Escritura, nos encontramos con diversas acepciones que demuestran cómo en ocasiones se opta por una traducción popular, a riesgo de perder altura teológica y semántica en la expresión. Si acudimos a los textos originales, en Hebreo el saludo es (suena) “Shalôm Laj Myriam” (Paz a María); y en Griego: “Jaire, María”; es decir: “Alégrate, María”.
Exégetas cualificados explican que el saludo de S. Gabriel encierra un significado extraordinario: de una parte, se trata del “Shalôm” hebrero “que indica la Paz, la vida total, la plenitud de los dones de Dios”; pero también abarca la alegría del saludo mesiánico por el Rey que viene. En este sentido es todavía más que el simple “Jaire” griego, pues en la Anunciación, se cumplen sobre la Inmaculada los textos bíblicos de Is 12,6; So 3,14; Za 2,14, 9,9; etc: “Alégrate sobremanera, Hija de Sión. Grita exultante, Hija de Jerusalén. He aquí que viene a Ti tu Rey, Justo y Victorioso...” (Za 9,9).
Este Saludo Mesiánico –acompañado del “llena de Gracia”- es el que produce la turbación de la Humilde Esclava de Dios. Y no resulta fácil encontrar una fórmula equivalente para un saludo tan denso. Quizás algo así como “Exulta de Paz, María, llena-de-Gracia”. Por eso en la Bula “Innefabilis Deus”, el Beato Pío IX reconoce que “con ese singular y solemne saludo, jamás oído, se manifestaba que la Madre de Dios era sede de todas las gracias divinas, y que estaba adornada de todos los carismas del Divino Espíritu; más aún, que era como tesoro casi infinito de los mismos, y abismo inagotable."

Si bien el Kejaritomene griego, el ‘Gratia Plena’ del latín y el ‘Llena de Gracia’ del español son versiones correctas. El ESHET HEN del hebreo tiene un sentido más perfecto. Por-que “ESHET HEN” (mujer Gracia, Mujer Hermosura) puede con entera propiedad traducir-se por Gracia-hecha-Mujer o Hermosura-hecha-Mujer; como quien dijera: Hermosura encarnada en la Mujer. 

Llena de gracia tiene un significado esplendoroso: El arcángel manifiesta la dignidad y honor de María con este saludo inusitado. Los Padres y Doctores de la Iglesia enseñaron que con este singular y solemne saludo, jamás oído, se manifestaba que la Madre de Dios era asiento de todas las gracias divinas y que estaba adornada de todos los carismas del Espíritu Santo, por lo que jamás estuvo sujeta a maldición, es decir, estuvo inmune de todo pecado. Estas palabras del arcángel constituyen uno de los textos en que se revela el dogma de la Inmaculada Concepción de María.[3]

Para tu ultima duda: “Salve”, imperativo de “salveo” (saludar)
Quiero rescatar las Palabras en hebreo Lengua Santa:
La expresión que uso San Gabriel es SHALOM LAJ. Shalom era y es el saludo común entre los judíos, pero SHALOM LAJ, era un saludo reservado para la nobleza, la realeza, las personas de alta jerarquía. A través de este saludo, el Angel se coloca a si mismo en una posición inferior respecto de Maria, y es esa la razón del asombro de la Virgen: no se asombro por el saludo, sino por la forma del saludo, la reverencia con que estaba siendo tratada: como a una reina,
Es esto lo que a Maria sorprendió como una persona humilde recibía un saludo imperial? Si ella no era reina en la tierra? El ángel sabia y guardo reverencia a la Reina del Cielo, Madre de Jesús, Dios, guardo respeto y ese respeto [2]

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