F 1/12/11 - 1/1/12 ~ Ministerio de Música Romanos 8.35

La luz del Santo nos cubrió y nos saco de las tinieblas.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Sobre el fin del mundo y los tamales



Un cuate decidió visitar a una adivina un día que estaba aburrido. Llegó hasta la puerta, junto a un aparador repleto de estatuillas, inciensos, medias lunas, velas y demás cosas raras; como de película. La puerta estaba cerrada, así que tocó el interfón. Una voz aguardientosa preguntó por la bocina: "¿Quién eeees?" Mi amigo respondió: "¡Vaya porquería de adivina!" Y se fue. Tengo razones teológicas de peso para dudar que alguien que tenga la conciencia en buen estado pueda predecir el futuro. Es más, si se lo encuentran en la calle, yo mejor me cambiaba de banqueta. Pero parece que no. Queremos saber y nos viene como anillo al dedo la invitación de Cristo a no agobiarnos por querer saber cuándo es el fin del mundo (Mt 24,36). Y aún así, parece ser que algunos siguen preocupados todavía por la cuenta del ciclo largo del 13 de Bak´tun que termina el 21 de diciembre de 2012. No sé, pero la última vez que busqué, no había ningún registro histórico confiable de que los mayas resucitaran muertos, detuvieran tempestades con comandos de voz. No creo que los mayas supieran algo que Cristo no supiera. No creo que vaya por ahí. Con toda la locura mediática alrededor del "cataclismo que nos espera en 2012", me da la impresión que los antiguos mayas, tan sabios y científicos como eran, hubieran hecho mejor uso de sus computadoras prediciendo el fin de su propia civilización que el del mundo entero. Y miren que quiero a la civilización maya y a las pruebas me remito. Estoy convencido de que en el cielo debe haber tamales de hoja de plátano y seguirán siendo mis favoritos hasta el día que mi corazón deje de latir por ellos. Son muy, muy buenos.

Un amigo mío, muy estimado y muy viajero, se dedicó a hacer la ruta maya durante varias semanas y visitó con su mochila al hombro todo el sur de México y territorios de Centro América y el Caribe. En una semana que tuve de vacaciones lo acompañé por Chiapas y recorrimos San Cristóbal de las Casas y Palenque que es im-pre-sio-nante. Parece ser que más del 80% de Palenque queda sin explorar y lo que está excavado es majestuoso. Me gusta el olor de la selva que devorándolo todo, nos muestra la majestad de Dios, más grande que la creación que se resiste a ser domada por completo. Aprendí algunas palabras en tzotzil y tzeltal, que ya se me olvidaron, pero no se me olvida la gente que nos recibió, nos paseó por sus aldeas y nos alimentó, a veces gratis. Llena de alegría por vivir como bien se nos da a la mayoría de los mexicanos que gracias a Dios no buscamos el mal ajeno, me acuerdo mucho de una señora que echaba tortillas en su jacal y nos invitó a sentarnos con ella a compartir unos tacos de semilla de calabaza. Así que antes que me tachen de anti-maya, advierto que hice varios amigos por allá que se enorgullecen de llevar en las venas la savia de las ceibas Yucatecas.

Pero divago. Volviendo al punto. Siempre ha habido y siempre habrá predicciones sobre el fin del mundo. Para muestra basta un botón. Si tienen tiempo tecleen en su buscador las predicciones de Charles Taze Russell o Joseph Franklin Rutherford, cuyos errores todavía siguen "religiosamente" 7 millones de personas en el mundo. Se los dejo de tarea para no ofender a ninguna secta. A la hora de la verdad, la escatología cristiana es más completa de lo que Hollywood, o Russell o Rutherford para lo que nos atañe, nos quieren dejar ver. A la hora de trabajar con escritores en la industria del entretenimiento, sabemos que la fantasía y el valor diversión generan más rating y dinero que la certeza teológica o científica. Lo cual se vale a la hora de contar un cuento; que aquí entre nos, yo creo que este cuento del 2012 es eso, sólo un cuento. No creo que pase nada. Y si pasa, ya me vendrán a reclamar luego que el mundo se termine. Ojalá haya blogs en el cielo. Blogs y tamales de hoja de plátano.

La curiosidad y el miedo son pan de cada día en esto de ser humanos. Por eso buscamos revelaciones. Porque buscamos la paz que sólo podemos encontrar en la fuente de toda paz. Por esto Dios nos regaló un libro repleto de revelación, palabra que si traducimos al griego entendemos mejor: "apocalipsis". En el video que les anexo, el padre José Antonio Caballero, L.C. nos da su opinión sobre las revelaciones mayas, el pánico que los medios parecieran querer sembrar en esta cultura de la nueva era, y nos comparte algunos puntos sobre la revelación cristiana en el último libro de la Biblia. Hollywood también le ha dado mala fama a éste. Pero cuando lo estudiamos con atención, nos damos cuenta de que su mensaje es de paz. Yo creo que el mejor consejo que he recibido de mi madre es "no dejes que nada ni nadie te quite la paz" y "recuerda que nada que quita la paz viene de Dios" (Jn 14,27). OK, son dos consejos, hice trampa. Pero el video sí les va a gustar.

La noche vieja



Suenan las campanas en el reloj.

Son las 12. Las 12 de la noche. 

Parece que los meses del año que termina, con sus días y sus horas se columpian en cada una de ellas... Doce meses, doce campanadas. El año se va. El año se acaba. Se esfuman los doce meses como en un conjuro de tiempo y eternidad. Los tuvimos en nuestras manos paro ya no volverán. 

Fueron instantes nuestros, únicos e irrepetibles, vividos dentro de nuestro libre albedrío, hora tras hora y ahora se van, perdiéndose en la noche última del año. La noche vieja. 

El poeta dice:

El indivisible tiempo
lo hemos dividido en años
y así decimos que pasa
cuando nosotros pasamos. 


Así es, decimos que el tiempo se va cuando somos nosotros los que nos vamos. Decimos que el tiempo corre, que el tiempo vuela, pero los que corremos, los que volamos sobre el tiempo somos nosotros. El tiempo siempre está, el tiempo ni tiene tiempo, ni es joven ni viejo, nosotros si. 

Las 12. Es Noche Vieja. Un año nuevo está por comenzar.

Las 12 horas del 31 de diciembre. ¿Qué hicimos con estos trescientos sesenta y cinco días? ¿Qué dijimos, qué pensamos una noche como esta pero del año pasado? ¡Cuántos planes, cuántas promesas, cuántos propósitos! ¿Somos los mismos de aquella noche de otras muchas noches o sentimos que fuimos limando las aristas de nuestro carácter, rellenando "baches" en los que caíamos una y otra vez, quitando obstáculos, que quizá amábamos pero que nos hacían tropezar en nuestro plan de ser mejores como seres humanos en nuestra plenitud y dignidad? ¿Qué pasó con aquellos deseos vehementes que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año nuevo sí!

Poco a poco se nos fueron aminorando las fuerzas, el entusiasmo, y llegó esa desgana o indiferencia por las cosas. La bruma de la rutina nos envolvió en sus días grises y nos heló el corazón y el coraje. 

O no fue así... y sentimos que sí ha habido un cambio positivo. Que el sol del amor nos arropa y podemos repartir el calor que hay en nuestra alma a los demás. Que estamos en pie de lucha, que las 12 campanadas resuenan en nuestro corazón como el tañer de las campanas de la ermita invitándonos a orar.


Que cada campanada se un:

Perdón y gracias, Dios mío, me estás regalando otro año para crecer en la fe y en el amor a Ti y a los demás. El tiempo pasado está en Tus manos , el que comienza en las mías, pero quiero que Tu me acompañes a vivirlo!.


Y con el año que se va y el nuevo que comienza, en esta Noche Vieja, la más vieja del año, recordamos al poeta que nos dice:

Un año más, no mires con desvelo
la carrera veloz del tiempo alado
que un año más en la virtud pasado
un paso es más que te aproxima al cielo.
 

Y siguiendo con los versos terminaremos esta pequeña reflexión con uno que una noche como esta me inspiro:

Esta noche es "noche-vieja"
y yo hago un alto en mi camino,
sentada bajo la luna
abro mi alforja y la miro.
¿Qué es lo que tengo en ella?
Oro y plata:-Te lo cambio
por la sonrisa de un niño.

Quiero caminar descalza
por lo prados con rocío
quiero soltar mis amarras
y extender libre mis alas
y sentir mi poderío.

Poderío y libertad
olvidando el claro-oscuro
de ambiciones que esclavizan
tan pesadas como un yugo.

Esta noche es "noche vieja"
tengo el alma transparente,
cuando llegue el año nuevo
que me encuentre en la vereda
como quién vuelve a nacer,
sin sandalias ,sin alforja,
con la piel limpia de luna
las estrellas en mi pelo
y cantando el "aleluya".

Esta noche es noche vieja,
y yo tengo el alma nueva...
¡quién lo pudiera creer!






  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño 

    Quisiera tener una familia



    El arcángel Gabriel permanecía de pie sobre un precipicio, y tenía su mirada puesta en Nazaret. Procuraba serenarse, pues la grandeza de su nueva misión le sobrecogía. Dentro de unos momentos, bajaría a la tierra y daría el mensaje más grato que hombre alguno hubiese escuchado jamás.

    - ¿Listo para bajar a la tierra? -oyó tras de sí.
    -Claro, Señor -le respondió el arcángel con una sonrisa-, aunque te he de decir que nunca he estado tan nervioso.
    - Es normal, sientes que la misión te sobrepasa. Pero créeme, tú eres el ángel indicado... tú eres mi mensajero -señaló, recordándole el significado de su nombre.

    Después, ambos bajaron otra vez la cabeza y posaron su mirada en María, quien aseaba con cuidado la casa de sus padres.
    -Señor -dijo el arcángel con reverencia, sin dejar de ver a María-, ¿por qué quieres tener una familia? Digo, que te hagas hombre, jamás lo comprenderé; pero, que quieras ser en todo igual a ellos y que desees recorrer todas las etapas de su vida... creo que me cuesta un poco más -suspiró.
    Jesús miró con amor al arcángel, y respondió:
    -Gabriel, me alegra escuchar tu pregunta -exclamó con verdadera felicidad. Tú sabes que los planes divinos siempre son razonables -Hizo una pausa-. Bueno, razonables a nuestra manera -dijo, sonriendo con dulzura-. Tú piensas que no hay necesidad para encarnarme en una familia, pero Yo te digo que no hay nada más acogedor y necesario. Acogedor, porque cuando Yo me encarne y abrigue en su seno, me sentiré tan confortado como en la Trinidad misma, pues la familia es su mismo reflejo.

    El ángel quedó boquiabierto ante esta increíble revelación. Dentro de sus múltiples conocimientos, jamás habría reparado en esta grandiosa verdad.

    -Y es necesaria -continuó el Señor-, porque ejerce un papel fundamental en la sociedad humana: es su corazón mismo. Desde ella, se edifican las naciones o se destruyen los pueblos. Ella es la cuna del progreso y la salvaguarda de las buenas costumbres. ¡Ya te imaginarás cuán grata es para mi corazón! -Hizo una breve pausa, y continuó-: Con mi nacimiento, no sólo haré sagrada la familia, sino que les enseñaré a vivir en ella. 

    El ángel titubeó un momento, asombrado como estaba por las palabras de su Señor.
    -Pero -vaciló-, ¿podrán imitar los hombres a una familia perfecta?, ¿no se desalentarán?
    -Por supuesto que podrán: porque será perfecta según Dios, no según los hombres. Será perfecta por sus integrantes, no por sus posesiones; por sus virtudes, no por sus apariencias. Y, aunque sea perfecta, no carecerá de penalidades. ¡Imagínate!, llegaré al mundo como un niño no buscado; porque mis padres, María y José, se han propuesto vivir como hermanos. Por eso, tu anunciación será una contradicción para mi madre, quien escogió la virginidad para agradar a Dios, y a la vez inquietará a mi padre, quien desconocerá la sobrenaturalidad del embarazo -concluyó, expresando lo venidero.

    -Bueno -dijo Gabriel-, pero esa situación no incumbe a todas las familias: sólo a unas cuantas.
    -Tienes razón, Gabriel. Aunque sábete que sí es necesario que padezcan estos problemas, pues son aprietos que desgarran el alma. Pero, para satisfacer tu curiosidad, te diré que mi familia será, sobre todo, modelo de amor: y el amor, es una virtud que todos pueden imitar. Por darte un ejemplo, te diré que Yo seré perseguido desde mi nacimiento, y, sin embargo, mis padres preferirán expatriarse a entregarme a la espada. Ya verás después cómo se persigue a la familia, y comprenderás lo heroico que resulta abandonar el propio país para salvar a los seres queridos.

    El ángel volvió a repasar meditativo las palabras de su Señor con una mezcla de asombro.
    -Señor -se atrevió a decir-, Tú sabes que nosotros, los ángeles, no tenemos familia. Tú nos formaste a cada uno por separado, al igual que formas las almas de los hombres; pero sin concedernos descendencia ni ascendencia. Nosotros desconocemos qué es tener un padre o una madre, hijos o hermanos. Por eso, disculpa mi pregunta: ¿podrías decirme qué beneficios encierra una familia?
    -¡Claro! El primero y el más grande, es el amor que se fomenta e intercambia entre sus miembros: éste produce una profunda alegría. El segundo, que es su consecuencia, es la unidad: ésta impregna el ambiente de verdadera amistad. Y el tercero, es su capacidad de influir en la sociedad, impregnándola de las virtudes familiares.

    -Señor -dijo el ángel emocionado-, ¡qué grandiosa debe ser una familia!

    -Y lo es Gabriel... ¡sí que lo es! Ahora comprendes, ¿por qué quiero una?

    -Sí, Señor -exclamó radiante-. Y tanto que yo también quisiera tener una familia.

    Acabado el diálogo, Gabriel descendió, enviado por Dios, a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen llamada María. Y entrando, le dijo: 
    -Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. 
    Ella se preocupó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: 
    -No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios...

    ¿Qué deseo en un año nuevo?




    La pregunta me deja un poco inquieto. Porque sé que el “año nuevo” es simplemente una hoja de calendario, un cambio en los números, una simple tradición humana. Porque el tiempo escapa a nuestro control, y fluye sin cesar.

    Pero casi todos, al llegar el año nuevo, damos una mirada al año que termina y soñamos en el año que comienza.

    Lo pasado queda allí: fijo, inmodificable, casi pétreo. Con sus momentos buenos y sus fracasos, con sus sueños realizados y con los sueños que se evaporaron en el vacío, con las ayudas que me ofrecieron y con las ayudas que pude ofrecer a otros, con mis omisiones y mis cobardías.

    Lo futuro inicia, como inició ayer, como inició hace un mes, como iniciará mañana.

    Cada instante se presenta como una oportunidad que en parte depende de mi prudencia y de mis decisiones. En otra buena parte, depende de las decisiones de otros. En los dos casos, y aunque no siempre nos demos cuenta, depende de Dios.

    De nuevo, ¿qué deseo en un año nuevo? Desearía la paz en Tierra Santa. Para que nadie privase a nadie de su tierra, de su casa, de su familia. Para que las religiones fueran vividas como lo que son: un camino para unir a los hombres bajo la luz de Dios. Para que la tierra donde vivió, murió y resucitó Cristo testimoniase con un estilo de vida nuevo la gran belleza del Evangelio.

    Luego, desearía la paz en tantos lugares del planeta. Especialmente en África, donde todavía unos poderosos venden armas para la muerte pero no ofrecen comida para los hambrientos.

    Querría, además, que desapareciese el aborto en todos los países del mundo. Lo cual no es ningún sueño imposible: basta con aprender a vivir responsablemente la vocación al amor para que ningún hijo sea visto como un “enemigo” o un obstáculo en el camino de la propia vida. Porque lo mejor que podemos hacer es vivir para los demás. Porque cada niño pide un poquito de amor y de respeto. Porque cada madre que ha empezado a serlo merece ayuda y apoyo, para que no le falten las cosas que más necesite durante los meses de embarazo y los primeros años de su hijo.

    En este nuevo año me gustaría dialogar con quien piensa de modo distinto en un clima de respeto, sin insultos, sin desprecios, sin zancadillas. Porque si él y si yo somos humanos, porque si él y si yo queremos encontrar la verdad, podemos ayudarnos precisamente con una palabra nacida desde los corazones que saben escucharse y, más a fondo, que saben amarse...

    El año que inicia querría tener más energías, más entusiasmo, más convicción, para enseñar a los otros lo que para mí es el tesoro verdadero: mi fe católica. Enseñarla, sobre todo, con mi vida. Querría ser, en ese sentido, más coherente, más bueno, más abierto, más disponible, más cercano. Especialmente cuando me encuentre con un pobre, con un enfermo, con una persona triste o desesperada, con quien llora porque sabe lo que muchos no se atreven a reconocer: que ha pecado. Porque sólo cuando me pongo ante mis faltas con honestidad clara y completa, descubro mi miseria y comprendo la de los otros. Y porque cuando reconozco mi miseria y la ajena puedo entender que necesitamos al único que puede limpiarnos con su palabra llena de perdón y de esperanza: Dios.

    ¿Qué deseo en un año nuevo? Quizá deseo demasiado. Quizá he soñado despierto. Quizá me he dejado llevar por una emoción inconsistente. Mientras, el reloj sigue su marcha, y, sin saberlo, me dice: este año será un poco distinto si te abres a Dios, si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir no para ti mismo, sino para tantos corazones que encontrarás en los mil cruces de camino de este año que está iniciando...

    miércoles, 21 de diciembre de 2011

    ¿María Fue virgen? ¿Tuvo mas hijos?....


    PREGUNTA       
    Sres. Misioneros de la Palabra: Yo solamente quiero saber lo siguiente: ¿Es cierto que la Biblia dice que Maria tuvo más hijos y que no fue virgen? Tengo muchos amigos y familiares protestantes que constantemente me dicen eso. 
    ¿Cómo puedo respondedles?


    RESPUESTA
    Saludos Rosario y gracias por llamarnos. He aquí la respuesta a tu pregunta sobre: "La Virgen Maria"
    Estudiemos atentamente la Biblia sobre este tema y vayamos dando respuesta desde lo más sencillo hasta lo más profundo. ( virgen maría )

    1.- En la Biblia No existen las palabras 'hijos de María'.
    Es increíble que mucha gente lo diga con tanta facilidad y resulta que ninguna Biblia, en ningún idioma, en ninguna versión usa el plural «hijos de Maria». Siempre, en todas las Biblias del mundo, se habla en singular: "el Hijo de Maria". Afirmar que la Biblia dice "hijos de Maria" es un tremendo error fruto del desconocimiento de la Sagrada Escritura o de querer sacar cosas que la Palabra de Dios no enseña. Ni modo, pero hay muchos 'hermanos' que leen mucho la Biblia pero la conocen muy poco.
    Muchas veces cuando alguien nos escribe, nos llama por teléfono o en el radio, le preguntamos que si nos puede dar una sola cita donde diga "hijos de Maria" y nunca pueden contestar. Ni podrán, porque no existe. Si alguien no piensa así respetamos su creencia, pero la Biblia es clara en este aspecto. Entonces, si en la Palabra de Dios no dice eso, ¿De dónde sacan algunos que sí tuvo más hijos? Expliquémoslo en el siguiente punto.

    2.- La palabra "hermano' significaba tío, primo, esposa, novia, paisano, sobrino, etc.
    En realidad el error proviene de que los protestantes cuando leen que en la Biblia dice 'hermanos de Jesús' (Mc 6,1ss) lo interpretan de una manera literal y piensan: ah... si Jesús tuvo hermanos, entonces la Virgen Maria tuvo más hijos. 
    Esto es una mala interpretación porque la misma Biblia nos enseña que, en aquel tiempo y en aquellos idiomas, la palabra 'hermano'=Aj o 'hermana'=Ajot en hebreo y adelphos en griego no significaban solamente hermano de sangre, sino que era una palabra muy común y también usada para llamarle:
     + al tío y sobrino (Gen 12,5 y Gen 13,8)
     + a la esposa y a la novia (Cant 4,9)
    al paisano (Hech 7,1-2)
    al correligionario (1 Cro 15,4-5) etc.
    La raíz de la interpretación inadecuada es que hay muchos protestantes que se ponen a leer la Biblia y piensa que las palabras que se escribieron hace 2000 o 3000 años en otros idiomas y otras culturas siempre van a significar lo mismo, lo cual puede llevar a mucha confusión.
    Al hacer un estudio con la Biblia en un CD-ROM para computadora comprobamos lo siguiente: En cuestión de segundos podemos saber cuántas veces viene en la Biblia la palabra tío, sobrino, suegra, primo, esposa, abuelo... se sorprenderá y confirmará que 40, 70 ó 90 veces viene la mayoría de ellas, en cambio la palabra hermano viene al menos 1187 veces.
    Recuérdelo. Sí usaban esas palabras para el parentesco, pero lo más común era llamarle a todos ellos "hermanos".
    Por eso es que en la Sagrada Escritura hay ocasiones donde le dicen a Jesús que lo buscan sus "hermanos" cuando en realidad se trataba solamente de parientes. 
    Pero... ¿hay algo más que podamos explicar sobre esto? Claro que sí.

    3.- El papá del supuesto «hermano de Jesús» no era José sino Alfeo o Zebedeo.
    Si Santiago fuera hermano carnal ó de sangre de Jesús, como lo entienden los protestantes (Mc 6,1-3), entonces el papá de él debería ser José. Pues bien, al leer la Palabra de Dios encontramos que Santiago el "hermano del Señor" era un apóstol (Gal 1,19) y al ver la lista de los doce apóstoles no dice que el papá de él sea José sino otra persona. Leámoslo directamente de la Biblia
    "Santiago, hijo de Zebedeo…Santiago, hijo de Alfeo"
    Mt 10,2-3
    Así que ninguno de los dos Santiagos (Jacobo) era hijo de José, y si no son hijos de José, tampoco son hijos de Maria y si no son hijos de Maria por qué andan diciendo eso que no está en la Biblia. Como ves, hermana Rosario, y lo mencionamos anteriormente, se trata más bien de parientes de Jesús.

    4.- José No puede ser hijo de José.
    Al leer el Evangelio de San Marcos encontramos que el segundo supuesto hermano, después de Santiago, es José.
    El protestante rápidamente dirá que eso es así, pero esto es completamente falso por la siguiente razón: Desde aquellos tiempos, y todavía en la actualidad, en esos países de cultura semítica (Israel, Arabia, Egipto, etc) hacen lo contrario a nosotros. En nuestro tiempo es común que si el papá se llama Juan, a uno de sus hijos le pone el mismo nombre, o si se llama Pedro a uno de ellos le pone Pedro. Eso hacemos nosotros hoy en día.
    Los judíos hacían y hacen exactamente lo contrario: Nunca le ponen el mismo nombre al hijo. Algo le cambian, cualquier letra, coma ó apóstrofe, pero nunca el mismo nombre. En palabra más sencillas, en la Biblia no hay «juniors». Por eso José, no puede ser hijo de José.
    Ni siquiera al hijo de Zacarías le pusieron el mismo nombre, y eso que lo intentaron al ver algo milagroso pasar a su alrededor. Terminaron poniéndole Juan.
    En ocasiones cuando nos invitan a programas de Radio les decimos a nuestros hermanos protestantes que nos llamen y nos digan el nombre de un solo judío, en la Biblia, que a su hijo le haya puesto el mismo nombre y nunca nos llaman. Ni nos llamarán, por que eso no existe

    5.- En la cruz, al no haber hermanos, Jesús tuvo que dejar a su madre Maria con un discípulo.
    Cuando llegó el momento de morir en la cruz, nuestro Señor Jesucristo sabía que tenía que dejar a su madre Maria con alguien, pues José había muerto y también era mal visto que una mujer se quedara sola. Entonces, como no había ningún hermano, se la tuvo que dejar a unos de sus discípulos que fue Juan.:

    "… Le dijo al discípulo, eh ahí a tu madre y después a su madre eh allí a tu hijo"
    Jn 19,26
    ¿Qué no habrán leído esto muchos hermanos protestantes que afirman que si tuvo hermanos? Si Jesús tuvo que hacer esto fue precisamente porque no los había.

    6.- La palabra "primogénito" tiene un significado cultual, no matemático.
    Este es otro de los 'caballitos de batalla' de algunas sectas, pues dicen que si Jesús fue el primogénito entonces hubo un segundo. Dan un significado matemático actual a una palabra que tenía más bien un sentido de relación con el culto. Esto lo podemos comprobar en la Palabra de Dios:
    "lo hicieron así porque en la Ley del Señor está escrito todo varón primogénito será consagrado al Señor"
    Lc 2,22
    Cuando en la Biblia dice que Jesús es el primogénito no está afirmando que hubo un segundo y un tercero, eso es tener demasiada imaginación. Más bien se está hablando que de acuerdo a las leyes religiosas de los judíos él tenía que ser consagrado. A los judíos no les importaba saber si iban a tener otro o no.
    Lo que les importaba era cumplir la ley de culto que establecía que todo varón primogénito sería consagrado a Dios.
    Hace tiempo platicaba con un hermano evangélico y me comentó que no sabía cómo contestar a los puntos anteriores, que tenía que consultarlo con su pastor. Seguramente que tendrá mucho que consultar...
    Por eso ahora hay muchos que dicen: «Bueno, está bien, no tuvo más hijos, pero como Maria y José vivieron como esposos, entonces ella ya no fue virgen y eso sí lo dice la Biblia». Respondamos a esto en el siguiente número.

    7.- La palabra "hasta" significa que no pasó nada.
    Pues no. Resulta que tampoco en ninguna parte la Sagrada Escritura dice que Maria y José hayan vivido conyugalmente. Lo más cercano y el único pasaje bíblico que usan para pretender afirmar eso, es cuando dice que José no la «conoció hasta que nació Jesús» (Mt 1,25). Y como la palabra 'conocer' también se usaba para hablar de las relaciones matrimoniales entonces los protestantes dicen: «Ya ven, o sea que antes no y después sí hubo algo, porque dice que no la conoció 'hasta' que nació Jesús».
    Conociendo un poco de la Biblia es fácil de responder a esto. En primer lugar sí es cierto que la palabra 'conocer' tenía ese significado, pero el error es que la palabra "hasta" no quiere decir que después sí pasó algo, ni en el español de nuestro tiempo, ni en las lenguas bíblicas.
    Por ejemplo, si alguien me pregunta a mí que si en mi ciudad de nacimiento han ocurrido terremotos, yo le puedo contestar: "hasta que yo viví allá no pasó nada". Con esto no estoy afirmando que después de que yo me vine si pasó algo y sin embargo usé la palabra 'hasta'.

    Igualmente la Biblia dice que:
    "Micol, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte"
    2 Sam 6,23
    ¿Acaso tuvo los hijos después de muerta? Claro que no, y se usó la palabra 'hasta'. Sin duda que muchos hermanos separados tienen demasiada imaginación.

    8.- La prueba de la Historia.
    La Iglesia siempre ha enseñado la Virginidad perpetua de Maria. Esta es una prueba más para los hermanos protestantes que mucho tiempo después inventaron lo de los supuestos hijos:
    a) San Ignacio de Antioquía da ya testimonio de esto:
    «El príncipe de este mundo ignoró la Virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres misterios resonantes que se realizaron en el silencio de Dios». Año 110~.
    c) La liturgia de la Iglesia celebra a María como la 'Aeiparthenos', la 'siempre-virgen Maria'." desde los primeros siglos.
    d) María 'fue Virgen al concebir a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen después del parto, Virgen siempre' San Agustín Año 450~
    e) Esto lo ha reafirmado el magisterio de la Iglesia en muchas ocasiones proclamando la virginidad perpetua de Maria (Concilio IV de Letrán, en 1215). Y modernamente el Concilio Vaticano II. Por esto y dos mil años de historia, siempre hemos creído, dicho y amado a la siempre Virgen Maria.

    9.- Un detalle lógico de la Historia. virgen maria  virgen maria  virgen maria  virgen maria
    Si Maria hubiera tenido más hijos, sería lógico que estos se hubieran casado y tenido hijos. Estos últimos hubieran sido nietos de Maria. Para el año 60 ya debería de haber algunos de ellos.
    Pues resulta que nunca en ese tiempo, ni a los más herejes se les ocurrió decir eso. Claro que tan grande barbaridad NUNCA se atravieron a decirla porque rápidamente hubieran salido a preguntarle ¿y tú de dónde saliste? Entre ellos se conocían y rápidamente los hubieran desmentido.
    Al no haber otros hijos tampoco hubo nietos. A menos que los hubieran clonado...pero no existia la clonacion.
    Por eso en dos mil años de historia, y con la Biblia en la mano, siempre hemos creído y dicho la siempre Virgen Maria.


    domingo, 18 de diciembre de 2011

    Se aproxima el lanzamiento del sencillo.....


    Bendiciones hermanos y hermanas seguidores de este blog, les cuento que este blogs es dirigido por un ministerio de música de la Renovación Carismática Católica de Santo Domingo República Dominicana, y este esta trabajando para su lanzamiento del primer sencillo de la banda ministerial. Necesitamos su apoyo ya que este sera un lanzamiento virtual ya que quisimos pensar en todos nuestro seguidores de este canal de evangelización y quisimos que ustedes formen parte de este gozo tan grande que nos inunda. Estad atentos que vamos a poner nuestro Primer tema llamado "MI CORAZÓN SOLO ME REPITE JESÚS". Bendiciones a todos. Blogs oficial.

    domingo, 11 de diciembre de 2011

    María y la fe de una mamá


    Hoy te encuentro, mujer cananea, en un pasaje del Evangelio... (San Marcos 7, 24-30) Y me quedo pensando en ti... en tu dolor de madre, en tu búsqueda de caminos para tu hija...

    Pasan las horas y siento que sigues estando allí, en mi corazón, tratando de hacerme entender, tratando de explicarme algo.... Pero no te entiendo...

    Y como mi corazón sabe que cuando no entiende debe buscar a su Maestra del alma, entonces te busco, Madre querida... te busco entre las letras de ese pasaje bíblico que leo y releo una y otra vez...

    De pronto mi alma comienza a sentir tu perfume y me voy acercando al lugar de los hechos...

    Allí te encuentro, Madrecita, mezclada entre la gente que hablaba de Jesús... me haces señas de que tome tu mano. ¡Qué alivio para el alma tomar tu Mano, Señora Mía!!! ¡¡¡Como se abren caminos santos cuando nos dejamos llevar por ti!!!

    Así, aferrada a ti, te sigo hasta muy cerquita de una mujer de triste mirada... Esa mirada que tiene una mama cuando un hijo no esta bien, sea cual sea el problema. Es la cananea. Pasa por aquí, quizás va a buscar agua o comida... Ve la gente que habla y se acerca. Su dolor le pesa en el alma.

    - Presta atención, hija, - me susurras dulcemente, Madrecita...

    Alguien habla de Jesús, de sus palabras, de sus enseñanzas, de sus milagros... Los ojos de la cananea parecen llenarse de luz...

    No alcanzo a divisar a quien habla, ni a escuchar lo que dice, pero, en cambio, puedo ver el rostro de la cananea...

    - Mira cómo cambia la mirada de ella, Madre- te digo como buscando tu respuesta

    - ¿Sabes que es ese brillo que va creciendo en sus ojos? Es la luz de la esperanza. Una esperanza profunda y una fe incipiente que, como lluvia serena en tierra árida, va haciendo florecer su alma. Dime, qué piensas de esto.

    - Pues... que me alegro por ella...

    - Esta bien hija, que te alegres por ella, pero si te explico esto, es también para que comprendas algo. Te alegras por esa mama, pero nada me has dicho de quien estaba hablando de Jesús...

    - No te entiendo, Madre

    - Hija ¿Cómo iba a conocer a mi Hijo esa sencilla mujer si esa persona no hubiese hablado de Él? Lee con atención nuevamente el pasaje del Evangelio. , “habiendo oído hablar de Él, vino a postrarse a sus pies...” habiendo oído, hija mía, habiendo oído...

    Te quedas en silencio, Madre, y abres un espacio para que pueda volver, con mi corazón, a muchos momentos en los que mi hermano tenía necesidad de escuchar acerca de tu Hijo, acerca de ti... y yo les devolví silencio... porque estaba apurada, porque tenía cosas que hacer...

    Trato de imaginar, por un momento, como fue aquel “habiendo oído”... Cuáles fueron los gestos y el tono de voz de quien habló, cuáles fueron sus palabras y la fuerza profunda de su propia convicción... Cómo la fe que inundaba su corazón se desbordó hacia otros corazones, llegando hasta uno tan sediento como el de la cananea... ¡Bendito sea quien haya estado hablando de tal manera! los Evangelios no recogen su nombre pero sí recogen su fruto, el fruto de una siembra que alcanzó el milagro... ¡Dame, Madre, una fe que desborde mi alma y así, llegue al corazón de mi hermano!

    De pronto, veo que la cananea va corriendo a la casa donde Jesús quería permanecer oculto... Tu mirada, Madre, y la de ella se encuentran. Es un dialogo profundo, de Mamá a mamá...

    Entonces, con esa fuerza y ese amor que siente el corazón de una madre, la mujer cananea suplica por su hija. Jesús le pone un obstáculo, pero este no es suficiente para derribar su fe....

    Ella implora desde y hasta el fondo de su alma... Todo su ser es una súplica, pero una súplica llena de confianza...

    Entonces, María, entonces mi corazón ve el milagro, un milagro que antes no había notado... un milagro que sucede un instante antes de que Jesús pronuncie las esperadas palabras...

    El milagro de la fe de una mamá....

    Aprieto tu mano, María Santísima y te digo vacilante:

    - Madre... estoy viendo algo que antes no había visto...

    - ¿Qué ves ahora, hija?

    - Pues... que Jesús no le dice a esa mujer que cura a su hija por lo que su hija es, por lo que ha hecho, por los méritos que ha alcanzado, ni nada de eso.... Jesús hace el milagro por la fe de la madre...

    Así es, hija, es la fe de la madre la que ha llegado al Corazón de Jesús y ha alcanzado el milagro... la fe de la madre... Debes aprender a orar como ella...

    - Enséñame, Madre, enséñame

    - La oración de la cananea tiene dos partes. La súplica inicial, la súplica que nace por el dolor de su hija, ese pedido de auxilio que nace en su corazón doliente. Pero su oración no termina allí. Jesús le pone una especie de pared delante....

    - Así es Madre, si yo hubiese estado en su lugar quizás esa pared hubiera detenido el camino de mi oración...

    - No si hubieses venido caminando conmigo. Pero sigamos. Jesús le pone una pared que ella ve y acepta... y así, postrada a los pies del Maestro su fe da un salto tal que le hace decir a Jesús "¡Anda! Por lo que has dicho, el demonio ha salido de tu hija". Ese salto de su fe es esa oración que persevera confiada a pesar de que las apariencias exteriores la muestren como “inútil” “para qué insistir”... por tanto, hija, te digo que no condiciones tu oración a actitudes de otras personas...

    -¿Cómo es esto Madre?

    Cuando hagas oración por alguien, no esperes que esa persona ponga de sí “algo” para alcanzar el milagro. Tú continúa con tu oración, que los milagros se alcanzan por la fe de quien los pide más que por los méritos del destinatario. Suplica para ti esa fe, una fe que salta paredes, una fe que no se deja vencer por las dificultades, una fe como la de la cananea...

    Y vienen a mis recuerdos otras personas que han vivido lo mismo... desde Jairo (Mt 9,18; Mc 5,36; Lc 8,50) o ese pobre hombre que pedía por su hijo (Mt 17,15 Mc 9,24) hasta Santa Mónica, suplicando tanto por su Agustín... y alcanzando milagros insospechados, pues ella solo pedía su conversión y terminó su hijo siendo no solo santo sino Doctor de la Iglesia...

    Las oraciones de una mamá...

    La fe de una mamá...

    Te abrazo en silencio, Madre... y te suplico abraces a todas las mamás del mundo y les alcances la gracia de una fe como la de la cananea, esa fe que salta paredes y se torna en milagro...

    jueves, 8 de diciembre de 2011

    El poder de la sonrisa.


    Queridos amigos y amigas:

    Con unas breves palabras les doy la bienvenida a mi segmento “Sembrando Esperanza”, antes que nada les mando mi bendición sacerdotal. Les invito todos los miércoles para poder compartir y encontrar juntos mensajes que den sentido, valor a nuestra vida, quiero llevar a sus corazones un mensaje de esperanza y de amor, puestengo la certeza que por medio de ellos encontraremos la verdad y el bien... Queremos llevar a nuestro mundo un poco de luz, queremos ser antorchas de una buena noticia.
     


    ¿Será la sonrisa un símbolo de alegría?, ¿y la alegría es capaz de transformarlo todo?, ¿tú, qué dices? yo digo que sí. Es como un tesoro inacabable que mientras más da, más se llena. 

    Quien muestra una sonrisa, transpira alegría, atrae y nunca deja las cosas igual. Todos queremos, es más, buscamos estar con quien nos anima y estimula, buscamos a las personas alegres y que siempre tienen en su rostro una sonrisa. Puede ser que la vida nos trate mal, pero el estar con personas alegres es siempre un descanso en la montaña de la vida. Y cuando esas personas se apartan, dejan un hueco profundo en el alma y se van de la historia dejando en herencia un mundo mejor.

    Basta una leve sonrisa en tus labios para levantar el corazón, para mantener el buen humor, para conservar la paz del alma, para ayudar a la salud, para embellecer la cara, para despertar buenos pensamientos, para inspirar generosas obras. Enséñate a sonreír, estudia la maestría de la sonrisa y demuéstrale a los sabios e intelectuales de este mundo, que aquí está el verdadero arte de vivir, el verdadero arte de ser feliz, en definitiva, la presencia de Dios en tu alma.

    Sonríete hasta que notes que tu constante seriedad y severidad se hayan desvanecido. Sonríete hasta entibiar tu propio corazón con ese rayo de sol; irradia tu sonrisa: esa sonrisa tiene muchos trabajos que hacer, ponla al servicio de Dios. ¿Porqué no convertirte en apóstol de la sonrisa ahora? la sonrisa es tu instrumento, la caña para pescar almas y hacerlas felices. Santificando la gracia que habita en tí, te dará el encanto especial que necesitas para transmitir a los otros ese bien.

    Sonríe a los tristes. 
    Sonríe a los tímidos.
    Sonríe a los amigos. 
    Sonríe a los jóvenes.
    Sonríe a los ancianos. 
    Sonríe a tu familia.
    Sonríe en tus penas. 
    Sonríe en tus pruebas.
    Sonríe en tus soledades. 
    Sonríe por amor a Jesús.
    Sonríe por amor a las almas.

    Deja que todos se alegren con la simpatía y belleza de tu cara sonriente. Cuenta, si puedes, el número de sonrisas que has distribuído entre los demás cada día; su número te indicará cuántas veces has promovido contento alegría, satisfacción, ánimo o confianza en el corazón de los demás. Estas buenas disposiciones siempre son el principio de obras generosas y actos nobles. La influencia de tu sonrisa obra maravillas que tú ignoras.

    Tu sonrisa puede llevar esperanza y abrir horizontes a los agobiados, a los deprimidos, a los descorazonados, a los oprimidos y a los desesperados. Tu sonrisa puede ser el camino para llevar las almas a la Fe. Tu sonrisa puede ser el primer paso que lleve al pecador hacia Dios. También sonríele a Dios. Sonríe a Dios mientras aceptas con amor todo lo que Él te manda y merecerás la radiante sonrisa que Cristo fija en tí con especial amor por toda la eternidad.

    “Sufrir con amor es delicioso, pero sonreír en el sufrimiento es el arte supremo del amor. Sonreír en el sufrimiento, es cubrir con pétalos vistosos y perfumados las espinas de la vida, para que los demás sólo vean lo que agrada, y Dios, que ve en lo profundo, anote lo que nos va a recompensar”.